La cueva está en lo alto del acantilado, a más de 50 metros del suelo y es difícil para la gente común escalar el malecón. En la entrada de la cueva hay una puerta de madera. Este es el hogar del ' hombre de las cavernas '.
El 21 de agosto de 2013 al mediodía, el corresponsal de bbs.news.163, fue a la cueva para tratar de contactar al hombre y lo llamó varias veces sin obtener una respuesta.
Finalmente, el corresponsal logró ponerse en contacto con el Sr. Feng, saludando al Hombre mientras pasaba una bolsa, aparentemente con comestibles en la espalda, pero solo recibió una Sonrisa en respuesta. Feng Ming Shan es un hombre difícil de mantener una conversación.
Un momento después, cargando la bolsa, Feng sube al malecón.
Luego, el corresponsal insiste, y con la cabeza fuera de la cueva, reacio durante mucho tiempo, Feng Ming Shan finalmente parece dispuesto a hablar con el periodista.
Feng dijo que de niño iba a las montañas a jugar. Descubrió el hoyo y fue allí a jugar muchas veces. Hace veinte años se mudó aquí, instalándose en la cueva.
" En verano, no hace calor aquí, es muy agradable ". Concluye
Al preguntar por qué Feng Ming Shan vivía aquí, simplemente no respondió.
El ermitaño Feng Mingshan, un hombre de 54 años que adoptó este peculiar hogar desde el año 1993. Con la ayuda de un martillo fue ampliando el recinto considerablemente y con un poco de esfuerzo logró ubicar una puerta de entrada e incluso algunas cortinas.
Oriundo de Gaoba Town, en la provincia de Shaanxi, Feng se marchó de su pueblo porque no quería vivir cerca de otras personas. Con el tiempo fue privándose de cualquier comodidad moderna, hasta el extremo de prescindir de cualquier vestimenta, al menos en las épocas estivales. "Mi hermano tiene una personalidad extraña, no le gusta comunicarse con los demás", aseguró su hermano Xueming.
A través de las fotografías, puede observarse al ermitaño desnudo y cargando maderas, quizá para una fogata, o simplemente alguna remodelación. Ha pasado los últimos 20 años trabajando en la ampliación de su hogar y tallando algunas rocas para facilitar el acceso durante la escalada.
De cualquier manera, la amenaza de una internación geriátrica se cierne sobre el sueño de Feng y su fobia al contacto social, desde que las autoridades locales pretenden internarlo por un diagnóstico de psicosis intermitente.