El árbol más peligroso del mundo se encuentra en América Latina

También es conocido como Manzanilla de la arena y Manzanilla de playa, aunque el árbol de la muerte es quizás el apelativo que más describe su realidad

El árbol más venenoso se encuentra en América Latina y el Caribe, y es tan peligroso que uno no debería tocar ninguna de sus partes ni siquiera estar debajo de él cuando llueve.
Más precisamente, al árbol nativo de Mesoamérica y las islas del Mar Caribe, que crece en las costas desde Florida, EE.UU., hasta Colombia llegando, incluso, hasta  la Isla de margarita en Venezuela. Es común ver en  algunas zonas como  está marcado con cruces rojas o placas de alerta.

A través de la historia

Dicen que los indígenas usaban el árbol como castigo, amarrando a la persona a su tronco y dejándola ahí para que cuando lloviera sufriera. Además los nativos envenenaban las puntas de sus flechas con su savia.
Y con respecto a la llegada de los conquistadores a América, estos se intoxicaron al no resistirse a la tentación de comer sus frutos.

De hecho se atribuye la muerte del español Juan Ponce de León, el primer gobernador de Puerto Rico, a este árbol, quien recibió un flechazo en una batalla cuando quiso conquistar la costa de Florida en 1521.

Historias de piratas en el Caribe

John Esquemeling, autor de uno de los más importantes libros de consulta sobre la piratería en el siglo XVII, “Los bucaneros de América” (1678), escribió sobre su experiencia con “el árbol llamado manzanilla, o árbol de la manzana enana, cuando estuve en La Española (Haití/República Dominicana)”.

“Un día, cuando estaba extremadamente atormentado por los mosquitos y jejenes, y aún ignorante sobre la naturaleza de este árbol, corté una rama para que me sirviera de abanico, pero se me hinchó y se me llenó de ampollas toda la cara, como si me hubiera quemado, a tal grado que estuve ciego por tres días”.

Y el viernes, 16 de septiembre de 1774, Nicholas Cresswell, cuyo diario sobre sus días en las colonias británicas en América pasó a la historia, escribió :

“La manzanilla tiene el aroma y apariencia de una manzana inglesa, pero pequeña, crece en árboles grandes, generalmente a lo largo de la costa marítima. Están repletas de veneno. Me han dicho que una sola manzana es suficiente para matar a 20 personas”.

“La naturaleza del veneno es tan maligna que una sola gota de lluvia o rocío que caiga del árbol en tu piel inmediatamente causará una ampolla.
“Ni la fruta ni la madera son de uso, hasta donde sé”.

Que eso haya sucedido es difícil de comprobar, sin embargo, todo lo que se dice del árbol de la muerte es cierto.

Ironía de la vida

Es de destacar que el temido árbol crece en paisajes idílicos y puede alcanzar alturas imponentes, de hasta 20 mts. si crece de forma recta.

Sus ramas a veces reposan sobre la arena y te invitan a descansar sobre ellas. O si están altas, te llaman a protegerte de la lluvia o el sol bajo su sombra.

Sus raíces se entierran en la arena y sus troncos a veces son el destino de las olas del mar. Sus frutos, muy parecidos a las manzanas, son aromáticos, dulces y sabrosos.


La Planta

Algunos de los locales lo llaman el árbol de la muerte o manzanilla de la muerte por la amenaza que supone a una persona desprevenida. De hecho, en muchas de las localidades donde se puede encontrar este árbol, que pertenece a la especie de Hippomane mancinella, hay avisos explícitos sobre el peligro que supone y los propios árboles se marcan con pintura roja.

¿Qué partes de la manzanilla de la muerte son venenosas?

El árbol de la muerte se diferencia de la mayoría de las plantas venenosas, en las cuales solo determinadas partes son peligrosas. La manzanilla de la muerte es venenosa por todos los lados, razón por la cual se recomienda evitar cualquier contacto con ella y el libro de Récords Guinness  la calificó  como el árbol más peligroso de mundo.

La savia de Hippomane mancinella es extremadamente tóxica y rebosa de todas sus partes: hojas, raíces, la corteza y sus frutas, que se parecen mucho a las manzanas.
De hecho, no se recomienda ni siquiera estar debajo de este árbol cuando llueve. 

Ello se debe a que la savia de Hippomane mancinella es hidrosoluble y al mezclarse con el agua de las precipitaciones podría caer sobre la persona y dejar en la piel unas ampollas que se parecen a quemaduras.

Esta savia es tan nociva debido a la serie de toxinas que contiene. Se cree que las reacciones más adversas son causadas por el componente orgánico forbol, que pertenece a la familia de ésteres de diterpeno. Precisamente este componente hace que la savia de la manzanilla de la muerte se mezcle tan fácilmente con el agua.

Los efectos del veneno del árbol de la muerte

Los efectos adversos causados por el veneno de Hippomane mancinella dependen en gran medida de la forma de contacto con él e incluso pueden ser mortales para el ser humano.

Así, el portal Science Alert destaca que el contacto y la ingesta de cualquier parte de este árbol pueden acarrear consecuencias fatales para el ser humano.

Un caso descriptivo

Uno de los mayores peligros proviene de sus frutas.

Alguien que experimentó eso en carne propia fue la radióloga británica Nicola Strickland, quien en 1999 se fue con una amiga a pasar sus vacaciones soñadas en la isla caribeña de Tobago.

Como buena científica, describió lo que le ocurrió en el British Medical Journal, para que otros científicos estuvieran al tanto de ese grave peligro potencial.

Empieza contando como una mañana “encontramos una de esas idílicas playas desérticas… arena blanca, palmeras bamboleándose, el mar color turquesa”.

Ahí vio las verdes frutas verdes “que aparentemente habían caído de un árbol grande de tronco plateado”.

“Mordí la fruta y me supo agradablemente dulce. Mi amiga también lo hizo.

Así  describió  en su estudio los efectos que uno sufre al ingerirlas. El dulce sabor que se siente al principio es reemplazado por una sensación de quemazón y desgarre en la garganta, que llevan a su opresión.

"Los síntomas empeoraron a lo largo de un par de horas hasta que apenas podíamos tragar comida por el agonizante dolor y la sensación de un enorme bulto que obstruía la faringe", comentó.

Al final, la radióloga acabó teniendo una úlcera y edema grave de la cavidad oral y del esófago. Aparentemente, el posterior drenaje de las toxinas a los ganglios linfáticos causó el dolor cervical.

Por suerte para ellas, a punta de piñas coladas y leche, 8 horas más tarde los síntomas orales empezaron a mermar, pero los ganglios linfáticos cervicales se volvieron muy sensibles.

“Nuestra experiencia provocó un franco terror e incredulidad entre los locales. Tal es la reputación del veneno de la fruta”, señala la radióloga.
“Una sola manzanita mata a 20 personas”

Además de los síntomas descritos por Strickland, el consumo de estas frutas puede resultar en intensos vómitos y diarrea que pueden llegar a deshidratar el cuerpo hasta el punto de no retorno.

Curiosamente, este árbol supone un peligro incluso cuando es quemado, puesto que su humo puede causar lesiones de los ojos

¿Para qué sirve el árbol de la muerte?
A pesar de lo peligrosa que es esta planta, la manzanilla de la muerte tiene una utilidad, tanto para la naturaleza como los humanos. En el primer caso, con el tiempo la Hippomane mancinella se convierte en un denso matorral que protege las costas contra los vientos. Además, protege las playas de América Central contra la erosión costera.

Peligroso, pero útil

Sorpresivamente quizás, el árbol sí tiene sus usos, que recoge el Instituto de Ciencias de la Agricultura y Alimentos de Florida.

Madera

Al mismo tiempo, El manzanillo de la playa ha sido usado para hacer muebles desde la época colonial.

Los carpinteros caribeños han usado la madera de este árbol durante siglos para fabricar muebles. Para evitar percances, ellos lo cortan con sumo cuidado y lo secan bien bajo los rayos del sol para neutralizar la savia venenosa.

Savia

Los nativos cubrían sus flechas con el veneno cuando iban a cazar.

Corteza y frutas

Hay documentos que muestran que la goma de la corteza ha sido usada para tratar enfermedades venéreas e hidropesía en Jamaica, y las frutas secas, como diuréticos.

La peligrosa, en peligro

En Florida, el manzanillo de la muerte está en peligro de extinción.